Ir a Brick Lane Market la mañana de domingo es un estupendo plan. Si vives en Westminster como yo, te toca atravesar toda la ciudad de oeste a este, pero con los eficaces medios londinenses de transporte público, sobre todo metro y cercanías, en 45 minutos te pones en Aldgate East Station, que es la parada de metro más próxima. Aunque yo prefiero ir a la parada de metro de Hoxton, porque así se puede ver el mercado de las flores primero y luego recorrer Brick Lane de cabo a rabo.
El nombre "carril del ladrillo" proviene de que en el siglo XVI se hizo famosa la zona por la producción de ese material; de hecho en la calle en torno a la cual surgen todos los mercadillos, tiendas y negocios domina el marrón del ladrillo.
Es un barrio de inmigrantes de todo el mundo. Lo que más destaca en la zona es el arte callejero, tiendas de ropa vintage y comida de todas las partes del mundo, especialmente bangladeshí; a mí la que más me gusta es la eritrea.
Es un barrio de inmigrantes de todo el mundo. Lo que más destaca en la zona es el arte callejero, tiendas de ropa vintage y comida de todas las partes del mundo, especialmente bangladeshí; a mí la que más me gusta es la eritrea.
Siempre me paro en una bombonería con una presentación excepcional de sus productos y con degustación gratuita.
Y después de recorrerme toda la calle del Brick Lane, me apetece seguir caminando y llego al distrito financiero con los grandes rascacielos.
El "pepinillo" y el "walkie talkie".